Pedro García Rivas · Obsession (Premio Santander Comercio Sostenible)
Ha hecho de la sostenibilidad la bandera de su establecimiento dedicado al surf, el snow y el skate, tres deportes olímpicos que, según sostiene, están más de moda que nunca. Santanderino de nacimiento, aunque también cita a Somo, Loredo y Langre, los lugares de donde proviene su familia, reconoce que lo suyo es la montaña, que su tienda no entiende de género ni de edades, y que su clientes buscan, por encima de todo, calidad y asesoramiento.
“Ya no se trata de deportes para un sector de público muy concreto, sino que ahora lo practican familias enteras que vienen a disfrutar de ello a Cantabria”
“Tenemos la fortuna de vivir en una zona que es una auténtica joya para estas disciplinas de deslizamiento. Aquí tenemos a menos de una hora mar y montaña. Somos la Nueva Zelanda en pequeño”
“Las campañas de vales han sido una gran iniciativa porque han contribuido a dinamizar el comercio y las compras en los establecimientos pequeños como el nuestro”
Pregunta.– Premio Santander Comercio Sostenible. ¿Cómo de sostenible es su tienda?
Respuesta.– Apostamos por el consumo sostenible e intentamos mantener una línea de negocio que sea igualmente sostenible. Es importante que cada establecimiento aporte su pequeño grano de arroz y que el público y los clientes tomen cada vez mayor conciencia sobre la importancia de este asunto. En nuestro caso, hemos adoptado varias iniciativas encaminadas a un consumo de agua responsable, el ahorro energético en iluminación, el consumo 4.0 y las tecnología aplicadas a la sostenibilidad.
P.– Obsession. ¿Lo suyo es una obsesión?
R.– Sí, realmente es la ilusión y la obsesión nunca mejor dicho por estos deportes de deslizamiento, desde el patín, desde el agua y desde la nieve, que tuvo su reflejo en este comercio allá por los años 90, pero que ya antes practicábamos a nivel aficionado y que tantas alegrías nos ha dado a nivel personal. Yo llegué a ser el octavo de España en snowboard cross o bordercross en una prueba que se disputó en Alto Campoo.
P.– Son una tienda genérica de deportes de deslizamiento, escuela de surf y taller de reparación. ¿Todo en uno?
R.– Eso es. Ofrecemos prácticamente todos los servicios: venta de productos y reparación, asesoramiento y escuelas en cualquiera de estas disciplinas deportivas. Además, disponemos de dos instalaciones. Una, en el Sardinero, a pie de playa, vinculada a los deportes acuáticos; y otra en La Albericia, enfocada más a los deportes de nieve y de skate y que cuenta con un skate park cubierto.
P.– ¿Subirse a una tabla, sea la que sea, esta de moda?
R.– Sí. Aña tras año se nota que la práctica de estos deportes va en aumento. Hoy en día las tres disciplinas son olímpicas y eso anima a practicarlo. Ya no se trata de deportes para un sector de público muy concreto, sino que ahora lo practican familias enteras que vienen a disfrutar de ello a Cantabria. En el caso del surf, este crecimiento es palpable en cualquiera de las playas de nuestra región
P.– Olas del mar, de nieve y de cemento. ¿Por ese orden?
R.– Si, como apuntaba antes, creo que el surf es la punta de lanza de estos deportes glisss. Además, Cantabria está consolidando esa imagen de marca asociada a conceptos como la sostenibilidad, la igualdad o la inclusión. También vemos cómo Alto Campoo, cuando abre, recibe un gran cantidad de aficionados de comunidades cercanas.
P.– En Cantabria no faltan espacios para practicar el surf e incluso el snowboard. Pero, ¿ocurre lo mismo con el skate?
R.– Cantabria también ha ido creando poco a poco instalaciones para la práctica de esta disciplina y hoy prácticamente cualquier municipio de la región cuenta ya con rampas, bowl o los famosos pumptrack. A esto hay que sumar las iniciativas privadas que, como es nuestro caso, abren instalaciones cubiertas para poder satisfacer esta creciente demanda cuando la climatología no acompaña, ya que la práctica del skate depende de que el suelo esté seco.
P.– Diseño, colorido, calidad, precio… ¿Qué es lo que buscan sus clientes en primer lugar?
R.– Calidad, porque en este tipo de tiendas lo que tenemos son marcas muy concretas especializadas en cada disciplina deportiva. Lo que buscan nuestro clientes es una calidad que quizá otros establecimientos más generalistas no pueden ofrecer. Al final, no podemos olvidar que son muchos años dedicados exclusivamente a estos deportes. Trabajamos con primeras marcas.
P.– ¿Su tienda entiende de género?
R.– No. Actualmente la igualdad también se aprecia en estas disciplinas. Los adultos, sean hombres o mujeres, al igual que los niños, ya tienen sus propias colecciones. Aquí viene muchas personas a asesorarse y buscando por encima de todo la calidad, aunque tengan que pagar algo más. Aunque entre mis clientes predominan los chicas, cada vez vienen más chicas que practican estos deportes. De hecho, las marcas cada vez apuestan mas por la clientela femenina porque es el mercado que más está creciendo.
P.– ¿Y de edad?
R.– Nuestro público es muy familiar. Estos deportes lo practican padres e hijos. Mi perfil de cliente se ubica entre los 30 y los 50 años.
P.– La evolución de estos deportes y de la industria ligada a ellos ha sido meteórica en estos últimos años. ¿Se veía venir este boom?
R.– Sí. Porque ya había ocurrido en otros países que pueden ser pioneros en estos deportes, como puede ser Australia o, más cerca de nosotros, Francia y Portugal. Tenemos la fortuna de vivir en una zona que es una auténtica joya para estas disciplinas de deslizamiento. Aquí tenemos a menos de una hora mar y montaña. Cantabria puede convertirse en un nicho único para el turismo deportivo. Somos la Nueva Zelanda en pequeño.
P.– Surfear no es un deporte barato. ¿Verdad o mentira?
R.– Mentira. Por suerte, no hay que pagar por entrar en las playas y, por suerte, las marcas tienen un abanico muy grande de precios y de calidades que deja al alcance de cualquier persona poder alquilar o comprar material para disfrutar de estos deportes en la naturaleza. Es verdad que antes era más caro, pero ahora encuentras tablas de surf por 300 euros y neoprenos por 150 euros. Por un precio medio de unos 500 euros puedes tener todo lo que necesitas para hacer surf.
P.– Un cliente puede tener cualquier producto de Europa al día siguiente en su casa. Pero las tablas de surf dicen que hay que tocarlas y meterlas debajo del brazo. ¿Manda la tienda física o la venta online?
R.– Para todo el material específico que llamamos duro, como las tablas de surf o de snow o el skate, el público valora mucho el poder verlo y tocarlo. No hay dos tablas iguales. No es como una camiseta, que si te gusta la puedes comprar por internet. Además, los clientes valoran mucho el asesoramiento personalizado. Cada persona, por su estatura y peso, requiere un tipo de material. Y eso, es más complicado ofrecerlo por la red.
P.– Dígame las claves para sobrevivir en este negocio.
R.– Como cualquier otro, trabajar y esforzarse mucho, sacrificarse e intentar ofrecer la mejor relación calidad-precio. Y promocionar estas actividades a través de eventos deportivos que sirvan de escaparate de todo este tipo de deportes y para que la gente se acuerde que aquí existe una tienda.
P.– Precios fijos o campañas de descuentos. ¿A qué estrategia se apunta?
R.– A las dos. Hay que adaptarse al mercado y saber combinar ambas estrategias para, llegado el caso, poder dar salida a material por exceso de stock.
P.– Puestos a pedir, ¿cómo potenciaría el comercio local?
R.– Las campañas de vales han sido una gran iniciativa porque han contribuido a dinamizar el comercio y las compras en los establecimientos pequeños como el nuestro. Han sido un revulsivo que hay que agradecer. Quizá habría que promoverlas más en momentos puntuales. También pediría una mejor comunicación sobre las ferias de stock para conseguir que realmente todos los pequeños comercios de la ciudad nos pudiéramos reunir en este tipo de eventos que, por otro lado, también sería bueno que se llevaran cabo con mayor frecuencia, quizá trimestralmente, y no cada tanto tiempo. Y que se adecuaran a la realidad del mercado, porque participar en ellas se hace en ocasiones muy complicado por los costes que conllevan el alquiler del espacio, el stand o el personal, entre otros gastos.
En corto
Mar, cemento o montaña
Montaña.
Su producto estrella
Las tablas de los tres deportes. Se venden prácticamente por igual.
Un artículo de capricho
Tablas ecológicas
Una playa para surfear
Particularmente, el Sardinero
Un lugar para montar en skate