
Historia de nuestro comercio: CONFECCIONES LABOR
HISTORIA
Este conocido comercio local de Santander comenzó cuando en 1957 Antonio Odriozola abrió su primera tienda. Antonio, además de contar con una trayectoria profesional en el comercio de la ciudad, también ha sido un enamorado de ésta y su historia. En diversas ocasiones ha participado en diferentes difusiones de la historia de Santander. Por ejemplo hablando del incendió que la asoló en 1941, cuando sólo tenía 14 años o participando en el vídeo del Refugio, como puede verse en una foto de recorte de periódico.
En esta tienda de la calle Rualasal estuvieron hasta que en 2019 se trasladaron a la calle Daoiz y Velarde 3 de Santander ya sin su abuelo Antonio.
En 2013 recibieron el Premio Trayectoria de Comercio de Santander que cuenta tienen orgullosos en el escaparate ya que es debido al esfuerzo y dedicación con la que comenzó su abuelo el negocio familiar.
En las fotos antiguas podemos ver a Antonio con Rita su mujer, en la antigua tienda de Rualasal y recogiendo el premio Trayectoria de Comercio Santander.
“Tenemos el Premio Trayectoria de Comercio de Santander de 2013 en el escaparate”
TRES GENERACIONES
Begoña, con quien pudimos compartir este rato de la entrevista, es la tercera generación que junto con su hermano Arturo capitanean el negocio familiar. Ella recuerda con mucha nostalgia las visitas que realizaba de niña a la tienda de Rualasal. “De pequeña me encantaba ir a la tienda, era muy larga y estrecha y era un sitio muy entrañable”, recuerda.
“De pequeña me encantaba ir a la tienda, era muy larga y estrecha y era un sitio muy entrañable”
Recuerda también cómo en la tienda de Rualasal había un cesto de “Sugus” para repartir a los niños y cuando estaba allí visitando a su abuelo podía coger algún caramelo.
Y esta esencia generacional sigue viva en la tienda. Unas tijeras que siguen utilizando desde que su abuelo abrió la primera tienda y que siguen recortando telas para crear nuevas piezas. También nos cuenta Begoña que buscaron en el nuevo logotipo llevarse un pedacito de la antigua tienda de Rualasal, transformando un antiguo dibujo que tenían bordado en la nueva imagen de la marca. Guardan cosas con cariño, como una etiqueta antigua que se ve en una foto, porque valoran mucho su pasado y trayectoria.
POSICIONAMIENTO ACTUAL
Este es un trabajo muy bonito, y muy creativo, cuenta mientras nos explica y muestra la variedad de productos que trabajan. Y es que Confecciones Labor se ha sabido unir con los tiempos diseñando y apostando por productos elaborados con cariño pero con una apuesta creativa que los hace diferentes y únicos. Su gran apuesta, además de productos de calidad, es ésta, trabajar con cariño, dedicación y disfrutar mucho diseñando y pensando por y para el cliente.
“Este es un trabajo muy bonito, y muy creativo”
Y lo hacen francamente bien. Cambian continuamente la colección de telas siempre buscando traer material nuevo. Trabajan colecciones propias de delantales, ropa laboral (clínicas, farmacias, talleres, hostelería, profesores…), mantelerías, hogar, colegios… Con la apuesta que ya hemos comentado, aportar un toque único en el diseño.
Los mismo babis de colegio son preciosos, nada que ver con los babis de toda la vida. Buscan mezcla de telas y bordados que los convierten en piezas divertidas y funcionales.
No hay nada mejor que amar la profesión que uno tiene, buscar siempre cómo ofrecer lo mejor y cuidar al cliente, combinación que vive a la perfección tanto Begoña como su hermano Arturo o Ludy, Yolanda y Lola que trabajan con ellos. Esta es la esencia real del comercio local, esto es lo que hace único a Confecciones Labor y a cada uno de sus integrantes. Gracias por compartir con nosotros un poquito de vuestra historia y hacernos partícipes de vuestro esfuerzo y dedicación.