Café comercial: Santiago y Blanca · Santiago Camino Joyería

Su padre era importador de piedras y fue el que le enganchó a esta profesión. Santiago no tenía claro qué quería estudiar, así que decidió probar suerte y aprender un tiempo del oficio. Comenzó en el taller donde su padre traía producto para tratar y convertir en llamativas joyas.

“Su padre era importador de piedras y fue el que le enganchó a esta profesión”

Allí empezó y estuvo cinco años dando sus primeros pasos viendo, aprendiendo y probando en el taller donde se fabricaban de cero joyas. Decimos “viendo” porque nos cuenta Santiago que durante bastante tiempo aprender fue sentarse a mirar y preguntar: ¿Oye por qué haces esto?. Así poco a poco antes de practicar aprendió el oficio observando.

“Durante bastante tiempo aprender fue sentarse a mirar y preguntar: ¿Oye por qué haces esto?”

Le gustó y le enganchó este oficio en el que la creatividad y la paciencia son elementales. Nos reconoce, aunque viendo sus diseños nos cuesta creerlo, que no fue nunca ningún crack en manualidades, pero el empezar en la joyería fue encontrar su “media naranja” profesional.

 


 


 


 


 


 


 


 


 

HISTORIA FAMILIAR

Después de cinco años de formación tiene clarísimo que este es su camino, al igual que su apellido. Llegó a la calle Gómez Oreña en el momento en el que ve que quiere evolucionar y emprender. Se une con sus tres hermanos, que también tenían vinculación al mundo de la joyería, durante trece años. Allí comienzan a tener flujo de trabajo con venta en un principio sólo a joyerías y más tarde ampliando el público para venta a consumidores también de piezas de joyería.

Después de este tiempo, se jubila el dueño de Relojería Manzanares, sito en el local actual de Santiago Camino, decidiéndose en aquel momento, año 2003, para abrir la tienda. En este momento de la historia entra Blanca, su mujer, porque Santiago quería centrarse más en diseño de joyería para público final pero necesitaba tener a alguien que atendiera, ya que el seguiría más centrado en el diseño y fabricación.

 

PROCESOS

El arte del joyero es absorbente, alucinante y llamativo. Cuando vemos todas las piezas brillantes y perfectamente colocadas en las vitrinas no nos paramos a pensar en el proceso humano que hay detrás. Digo “humano” porque hoy en día en al mundo en el que vivimos poco proceso humano queda. Santiago nos invita a conocer su taller y todo nos pareció maravilloso. De un lingote de oro saca un precioso anillo con piedras. Esto conlleva un proceso largo y tedioso que nos cuenta que le gusta, que se le pasa el tiempo volando. Crea formas, inventa diseños y trabaja colecciones con mimo para tener una exposición tan llamativa como deslumbrante.

 

Hablando de diseños, un collar fino y redondo cerrado al cuello de oro que no se deforma es una gran apuesta de este diseñador que tan bien maneja los metales preciosos y preciados. Ser diseñador tiene sus ventajas, porque para el cliente puede incluso encargar piezas únicas o hacer cambios en piezas antiguas para modernizarlas o mejorarlas. Todo ventajas además de un trato cercano y muy profesional de esta pareja de joyeros que te están esperando en su precioso local de la Plaza de Pombo, que han reformado recientemente y que merece la pena visitar.

¡Gracias por dedicarnos este café tan brillante y precioso!

 

 

SANTIAGO CAMINO JOYERÍA

Dirección: Plaza Pombo, C. las Infantas, 3, 39003 Santander, Cantabria

Teléfono: 942 21 00 67