
Café comercial: Hoy en día un negocio es para disfrutar y para aprender de ello, no para vivir de ello · Vicente Trueba YVT
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Vicente Trueba nos ha abierto las puertas de su negocio YVT Vicente Trueba y me atrevería a decir que, en este Café Comercial, también nos ha abierto las puertas de su corazón. Polifacético de libro, entendiendo que las múltiples aptitudes del significado de la palabra se llevan al extremo. Escribe poesía, actualmente se encuentra escribiendo un libro, enamorado de la moda, de su carrera de Geografía e Historia le queda esa pasión que le lleva a disfrutar y valorar cada rincón de la ciudad… Tiene en su CV hasta el Servicio Militar Obligatorio, la Mili.
Sin duda un primer café que nos ha dejado huella y en el que además hemos reído, aprendido y vivido con nostalgia, gracias a esa memoria privilegiada, ese Santander comercial de antaño.
Su Historia
Cuando nació no vino sólo, le acompañó su hermano mellizo y ahí llegó el primer Hito de su vida: sólo tenían pensados los padrinos para un sólo bebé. Así que sus padres eligieron como padrinos a dos de las personas que más sabían de moda de la Ciudad. El destino ya le estaba marcando su camino.
Paco deja de trabajar en Almacenes Santander y decide emprender un negocio nuevo: Gayfor. Su padre, compañero de trabajo le acompaña en esta nueva aventura convirtiéndose en el encargado de la nueva tienda. Y su madre trabajaba de encargada en Carnaval, una conocida Boutique de moda de entonces. Una tía suya “sastra” de profesión. Así que desde pequeño, nos cuenta que ha “mamado” la profesión y su pasión ha sido el mostrador. Hizo de todo desde muy joven: estudió Geografía e Historia, trabajó en diferentes cosas pero siempre tuvo claro, por genética y porque le encanta el público y la moda que su destino estaba entre telas.
Su padre 1972 deja Gayfor para establecerse y emprender en otro negocio junto con su madre. Deciden montar un negocio OPAS, Especial boutique donde nace la moda, en la Calle Cuesta. Este comercio fue la primer boutique de Santander multimarca junto con otras pocas como Láinz, Almacenes Santander, Ribalaygua. Pusieron de moda esta calle donde luego abrieron Sacha, Viva y se dio fuerza a la calle. Empezaron con 12 dependientas y cuenta que sus padres que viajaron a Nueva York se enamoraron de una escalera de un comercio que mediante fotografías reconstruyeron igual en la boutique. El nombre viene de una historia familiar. Tenían unos tíos en Alemania y OPA significa de forma cariñosa abuelo en alemán.
En el año 1981 Ramiro Díaz que había trabajado en OPAS abre SMASH, una tienda muy moderna de ropa de caballero. Hay que entender que en aquella época el comercio de moda masculina de Santander está centrado en la ropa clásica y las sastrerías como: BILSAN, ALMACENES, CASA MIGUEL, RAFAEL MONTES… Cuando llega Ramiro Díaz y abre este nuevo negocio trae una moda masculina moderna y única en la ciudad. Las mujeres vestían en OPAS y los hombres modernos en Smash.
Comienzos
Y es allí en la tienda de sus padres Vicente comienza un 3 de junio de 1982 a trabajar. Nos lo cuenta emocionado y con alguna lágrima al recordar los viejos tiempos con una memoria en fechas y acontecimientos que nos deja atónitos.
Sus comienzos son desde abajo, chico de los recados nos dice y allí fue aprendiendo el oficio y conociendo la moda de mujer.
En el año 1987 queda en la cafetería de los corzos para hablar con Ramiro Díaz y le fichan para su nueva tienda de ropa moderna de hombre en la calle Montejurra nº1. Allí está hasta el año 1994 y decide que es el momento de que su trayectoria y crecimiento personal sigan otro curso montando un negocio por su cuenta.
En 1995 monta junto con Pedro Díaz “Y GRIEGA”. Sobre el nombre nos cuenta que en aquella época estaba JOTA, y la revista GRUPO ZETA, también lo relacionaba con la “y” del gen masculino y ya terminó de encajar con el propio local que compraron porque tenía columnas “griegas”. El comercio estaba en la calle cuesta, era un antigua lavandería donde todos los jueves, que lo llamaban el día de marmotas, dejaban los soldados sus uniformes para lavar. Inauguraron 8 de marzo de 1995 coincidiendo este día y mes exactamente con el día que inauguró su padre OPAS en la misma calle.
Comenta una anécdota reciente en una comida familiar en la que su padre, les comentaba a sus tres nietos, hijos de Vicente, que cómo no habían aprovechado para trabajar en moda junto a su padre. Vicente comenta lo que le contestó en ese momento, y es que no todo el mundo vale para este negocio. Debe llevarse en la sangre porque es un negocio muy esclavo.
Amor a su profesión
Además de su amor por la moda, vive y disfruta de la atención al público de forma única y con un cariño hacia el cliente palpable. Durante el café comercial mientras charlaba con nosotros cada vez que entraba o salía alguien de la tienda, paraba para decir: “Buenos días Fulanito o adiós menganito”. Es un hombre que se ha ganado la popularidad a pulso, por su trabajo, pasión y cariño y por esa facilidad de trato con la gente innato. Trabaja con pasión.
Y esta parte de cariño hacia sus propios clientes se ve recompensada con varias anécdotas que nos cuenta. La primera, orgulloso nos dice que vienen clientes a comprar trajes de ceremonia con sus padres que también se vistieron con Vicente para su gran día. Eso es un premio porque los clientes confían plenamente en él. El truco: el no vende trajes, vende ilusión. La ilusión que él mismo transmite cada minuto que pasas con él, sinceridad y alegría en una persona.
Otra anécdota, esta misma semana tomaban un café en Nordeste y una señora se le acercó emocionad: ¿Tú no eres el de OPAS? Hace 40 años me vendiste una falta marrón y te he visto y he tenido que venir a preguntarte. Ella lloraba comenta, emocionados ambos por revivir aquella época con nostalgia.
Trabaja mucho y nunca deja de estar al día de todas las novedades en moda. Nos comenta que todos los años va a Florencia a la feria más importante del mundo.
“El comercio es muy esclavo”
Incluso a veces ha ido con su compañero de trabajo, Luis , que lleva 32 años con él trabajando. Son como hermanos. En su nueva tienda lleva desde 2014, “YVT” en l acalle Isabel II nº 21, Santander.
Nos comenta que el negocio de la moda es complicado. Para el comercio hay muchos factores que influyen. Este año el buen tiempo está siendo negativo para las ventas de invierno. Nos cuenta que su estrategia del 2x1 es necesaria para poder dejar sitio para la ropa de primavera-verano. Y damos fe que funciona, no paró de entrar gente durante nuestro café comercial.
Alvaro Lavín, Concejal de Innovación, Comercio, Mercados, Relaciones Institucionales y Protocolo en Ayuntamiento de Santander le pregunta, ¿Tu que has vivido otras épocas, como valoras la situación actual y que crees que podríamos hacer desde el ayuntamiento a nivel global para el comercio local? Creo que fue buenísima la campaña de Dar la cara, hacernos conocidos, personalizar a los comerciantes, la gente que está de cara al público. Creo que se tendría que potenciar la apertura los sábados por la tarde. Yo cierro los miércoles porque yo y Luis tenemos familia y necesitamos un día de asuntos propios pero abrimos los sábado por la tarde. Pero que abran todos los comercios, convertir el centro en un centro comercial. Somos la única ciudad de España que cerramos.
La pandemia nos ha cambiado mucho. Ahora se tardea más que se vive la noche. Podemos potenciar estos nuevos hábitos y aprovecharlos para favorecer el comercio.
Hacer una ciudad atrayente con los sábados tarde llenos de comercio local abierto. Hay que pensar que hay muchísimas personas que no trabajan y podrían disfrutar de una tarde por las zonas comerciales.
“Soy de los pocos que abre los sábados. No hay que ver de forma negativa a los grandes centros comerciales. Debemos hacer del centro un centro comercial porque estamos en un sector servicios. Da servicio al público”
Como en muchos casos de otros comerciantes, la pandemia para él fue devastadora. Tiene como mínimo 15 colecciones de ceremonia cada época y esa inversión parada sin ventas en los que no había ningún tipo de eventos: bodas, comuniones, fiestas… Fue muy duro. Pero te tienes que reinventar, dice. Seguir sin parar con esa energía que tiene Vicente.
Alvaro Lavín, le hace una nueva pregunta:
¿Qué consejo le darías a unos chicos jóvenes que estén pensando en abrir un negocio? Que no monten un negocio para ganar dinero. Ahora los jóvenes quieren sólo dinero con poco esfuerzo y de forma rápida. Y eso no existe. Con 25 años nosotros éramos maduros ahora, aunque haya casos excepcionales son mucho menos maduros. Es la generación del “ya”.
Un negocio es para vivir lo que haces. Para poder pagar a final de mes. Pero lo más importante de todo es disfrutar lo que haces. No a cambio de dinero.