Café comercial: Beatriz, Finuca y Cecilia · Palmira

Beatriz es la tercera generación. En 1928 comenzó su abuela en un piso en la calle del Rubio. Antiguamente se enseñaba costura en el colegio y Palmira destacó siempre no sólo por coser increíblemente bien, también por diseñar prendas. Se le daba muy bien dibujar, tenía ideas para diseñar prendas. Con 17 años comenzó en un taller de Torrelavega y más adelante decidió ponerse por su cuenta.

“En aquella época en que las mujeres no viajaban solas, se aventuraban Palmira, su hija María del Carmen y Josefina Cotera en viajes a París para comprar telas”

Su madre, María del Carmen, en un primer momento trabajó con su abuela. Nos cuenta Beatriz que en aquella época en que las mujeres no viajaban solas, se aventuraban Palmira, su hija María del Carmen y Josefina Cotera en viajes a París para comprar telas.

Más tarde se casó, se trasladó a vivir a Valencia y tuvo que dejarlo. Su abuela decidió cerrar porque se jubilaba, en aquella época tenía 71 años y nos cuenta Beatriz que tenía mucho personal, estamos hablando de 22 personas. Pero estas puertas solo se cerraron dos años…

 

 

RENACIMIENTO

Beatriz desde bien pequeña tuvo claro que quería trabajar en la tienda, siempre jugando incluso a atender, nos cuenta que no le iban las muñecas, ella pedía cajas registradoras. Así que decide dos años después de cerrar Palmira hacer obra en aquel gran piso y volver a abrir sus puertas. Allí Beatriz estuvo acompañada de su madre y tan sólo tenía 16 años. Un sueño que se hacía realidad y que durante muchos años disfrutó junto a su madre, que como cuenta Beatriz, murió con las botas puestas a los 87 años. Nunca dejó de trabajar.

“Beatriz desde bien pequeña tuvo claro que quería trabajar en la tienda”

 


 


 


 


 


 


 

 

LAS MODAS

Las modas irrumpen siempre en la vida de los comerciantes, y no iba a ser menos Palmira. Comienza la moda de no subir a los pisos y ven que el público prefiere más boutique en planta baja. Así que deciden trasladarse. Nos cuenta que ahora mismo es un poco al revés, en estos momentos se ve más clase en un atelier en alguna planta. Otra Moda el ajuar de la novia, que es algo que ha pasado de moda totalmente, pero que antiguamente todas las mujeres que se casaban lo preparaban. Este ajuar se formaba por un conjunto de prendas, textiles y accesorios que la novia preparaba para iniciar su vida matrimonial.

“Antiguamente una novia podía pasarse todo el día en la tienda, incluso comer en ella para poder dejar todo el ajuar elegido”

Antiguamente cuando una mujer se casaba, no sólo decidía su traje, también elegía todo el ajuar: camisones, batas, sábanas, toallas, manteles… un listado que podía llegar a ser extenso o eterno. Nos cuenta Beatriz que antiguamente una novia podía pasarse todo el día en la tienda, incluso comer en ella para poder dejar todo el ajuar elegido. Hoy las cosas han cambiado mucho. Las bodas se reparten entre civiles e Iglesia y los jóvenes están mucho más atentos a preparar una fiesta incrceíble. También muchos ya viven conjuntamente con su pareja por lo que las necesidades lógicamente han cambiado mucho. Estas modas hacen que los comercios como Palmira, tengan que adecuarse a los tiempos en elección de tejidos, precios, diseños…

También nos cuentan que han cambiado mucho las comuniones. La moda de niño que antes era mucho más sencilla, actualmente ha crecido en opciones.

Beatriz lleva acompañada de Finuca 28 años, trabajando mano a mano, y nos cuentan que tienen que estar siempre atentas a los cambios de las modas, consumidores o de los propios tiempos.

 

 

Palmira Novias

Dirección: Calle Isabel II, 23, 39002 Santander, Cantabria

Teléfono: 942 31 04 12