Alvaro Lavín · Concejal de Innovación, Comercio, Mercados y Relaciones Institucionales

 

El comercio local es cercanía, experiencia y asesoramiento”

 

Tras apenas un año en el cargo, el titular de Comercio y Mercados del Ayuntamiento reivindica el papel fundamental que los pequeños comerciantes locales desempeñan en la fijación de población y creación de empleo. Firme defensor de utilizar la gestión de datos para poder tomar decisiones con criterio, sostiene que ya no vale con hacer lo mismo que antes, por lo que anima a los comercios a digitalizar y modernizar sus negocios y a aprovechar las muchas oportunidades que existen en materia de formación, ayudas, nuevos canales de venta o derivadas del creciente número de potenciales clientes que ofrece internet o el turismo.

 

La nueva edición de la campaña Santander Vale+ saldrá en el segundo semestre del año con una dotación de 500.000 euros”

 

A la calle San Francisco le hace falta un local de hostelería. Si lo tuviera, dinamizaría mucho su actividad comercial”

 

El mercado de la Esperanza es el segundo edificio más visitado de la ciudad, después del Palacio de la Magdalena. Son espacios de vida”

 

Pregunta.– En unas semanas cumplirá un año al frente de un área muy trasversal. ¿Qué valoración hace de este periodo?

Respuesta.– Ha sido un periodo de aprendizaje y de conocimiento del equipo que, además, ha sido fundamental para darme cuenta, como bien dice, de que es una concejalía muy transversal, ya que la innovación afecta a todas las áreas del Ayuntamiento. Asimismo, debo decir que en Comercio y Mercados estamos en un momento apasionante con la actualización de los cuatro mercados municipales y de promoción y dinamización del comercio con la continuación de diferentes campañas. Por su parte, en Relaciones Institucionales estamos intentando poner en valor el trabajo del equipo de organización de eventos, de apoyo al Palacio de la Magdalena y de congresos, y por qué no, comenzando a perfilar un plan de relaciones institucionales en el que tengo puestas muchas ilusiones.

P.­ Alrededor del 30% de toda la actividad económica que se desarrolla en Santander corresponde al sector comercial. ¿Diría que los ciudadanos somos conscientes de ese importante peso específico que tiene el comercio para la economía de Santander?

R.– Yo creo que sí somos conscientes. Pero nuestro trabajo debe estar encaminado a darle aún más valor si cabe a la labor de los comerciantes. Todos, cuando tenemos que afrontar una decisión de compra, barajamos varias opciones: la gran superficie, la compra online y el comercio local. Lo que nosotros estamos intentando es poner en valor la capacidad de asesoramiento y la experiencia de nuestros comerciantes que, a nivel local, creo que desempeñan una labor importantísima de fijación de población y de creación de empleo, lo que debería tenerse en cuenta a la hora de optar por esta opción.

P.– Según las cuentas municipales, su concejalía dispondrá este año de cerca de un millón de euros para Comercio y Mercados, incluidas las ayudas procedentes de los fondos europeos Next Generation. ¿Suficiente?

R.– Teniendo en cuenta que el Ayuntamiento no ha subido los impuestos a los ciudadanos y que los precios han aumentado para todos, incluidos los sueldos y salarios, entiendo que el presupuesto está ajustado a nuestras disponibilidades económicas. Dicho esto, si tuviera que reclamar más, que ya lo hemos hecho, sería para lanzar una nueva edición de la campaña Santander Vale+, que saldrá en el segundo semestre del año con una dotación de 500.000 euros. ¿Por qué digo que hemos pedido más? Porque para esta campaña solo disponíamos en principio de la mitad, un montante que para una compaña como ésta no tenía demasiado sentido. Además, en las diferentes reuniones que hemos venido manteniendo con los comerciantes, todos sin excepción nos han solicitado la puesta en marcha de esta campaña.

P.– Defiende la instalación de dispositivos en zonas comerciales que faciliten captar datos sobre flujos de personas que contribuyan a conocer cuál es el perfil del cliente de Santander. ¿Hay ya algún avance en este sentido?

R.– Es una avance un poco genérico porque estamos en una fase muy embrionaria. Provengo del ámbito de la empresa, y en ese mundo no se hace nada si no hay datos. Los datos son los que te permiten tomar decisiones con un criterio y un objetivo y evaluar con posterioridad el resultado. En las visitas a los comercios que llevamos a cabo, una de las cosas a las que también les invitamos es a la gestión del dato. En este sentido, un comerciante nos comentaba el otro día que tenía instalado un programa en la caja registradora que le permite saber a qué hora del día tiene más ventas. En función de eso, ha modificado su horario para adecuarlo a esa franja horaria. Eso, para nosotros, es fundamental a la hora de diseñar las campañas y de diversificarlas por toda la ciudad.

P.– Acaba de apuntar la importancia de llevar a cabo campañas de promoción y dinamización comercial en zonas no céntricas de la ciudad. ¿El comercio se está abriendo a nuevas calles y zonas?

R.– Históricamente, los santanderinos han utilizado la expresión ‘bajar al centro’ cuando tenían que hacer alguna compra o gestión. Pero, lógicamente, hay muchos barrios periféricos, como puede ser el de Castilla-Hermida, donde residen 35.000 personas; Nueva Montaña, San Román, Cueto o Bellavista que no podemos olvidar. Cuando hacemos campañas, muchas veces pensamos en los comercios y comerciantes del centro, pero nosotros tenemos que desarrollar campañas para toda la ciudad. Y le pongo un ejemplo: cuando recibimos propuestas para instalar un mercado en Santander, intentamos que no sea en la Plaza Porticada, en la de Pombo o la de Alfonso XIII y sí en cambio en Marqués de la Hermida, en el Alisal o en El Sardinero. Que lo haga en otras zonas para dinamizar otras zonas de la ciudad.

 

 

P.– ‘El Mercaderío’, el market place local cuyo objetivo principal es impulsar la digitalización del comercio local de Santander cerró 2023 con casi 110.000 euros generados en ventas, 52.000 visitantes, más de 10.000 productos adquiridos y más de 260 comercios adheridos. ¿Satisfecho?

R.– De momento, sí, aunque creo que este proyecto tiene aún mucho margen de mejora. Es una gran embrión y una apuesta maravillosa en la que tenemos que seguir trabajando para acercar la digitalización, y si me apuras también la modernización, al comercio local. Porque si bien es cierto que apostamos por el comercio local, tampoco debemos olvidar que ese mismo comercio puede hacer también comercio para toda España. En cualquier caso, es verdad que debemos de estar muy cerca del comerciante para que lleve a cabo este proceso. De lo contrario, no lo hará. Como los resultados no son inmediatos, necesita que lo acompañes, asesores y tuteles en la creación de ese entorno digital durante bastante tiempo. Porque, si se siente solo y con tanta carga de trabajo, al final puede abandonar ese camino. De todos formas, hay que dejar claro que El Mercaderío es un espacio para enseñar, aprender y experimentar para que los comerciantes implanten después sus propios canales de venta online.

P.– Dígame tres atributos que definan al comercio local.

R.– Cercanía, experiencia y asesoramiento.

P.– ¿Cómo calificaría la situación que vive actualmente el comercio local?

R.– El comercio local nunca ha tenido tantas oportunidades como ahora. Y me explico. Es verdad que nunca ha habido tanta competencia como la que existe ahora, pero también lo es que el comercio nunca ha contado con tantas oportunidades a nivel de formación, de ayudas, de canales de venta, de clientes potenciales en la ciudad… El reto es monetizar todo eso. Que no es fácil. Cada uno tendrá que buscar una manera porque es evidente no hay una fórmula secreta para el éxito. Hay que trabajar la inteligencia emocional para que si un cliente entra a un comercio con intención de comprar, no se vaya sin hacerlo.

P.– Algunas calles comerciales de la ciudad cada vez presentan más locales vacíos y con carteles de ‘se alquila’. ¿El principal problema son los altos precios de los alquileres o diría que hay otros?

R.– Yo no diría que hay una sola causa. Creo que hay un cambio social, y eso está claro, pero no creo que haya una tendencia al cierre. Digamos que están cambiando nuestros hábitos de compra. Todos queremos ver nuestras calles con comercios, pero luego al final llegamos a casa y compramos por internet. Lo que tenemos que hacer es pensar que el comercio es vida en la ciudad. Que es empleo y que fija la población. Y que, cuando tomas una decisión de compra, tienes que ser consciente de que si la haces en la del tendero de debajo de tu casa, su hijo, que va con el tuyo al colegio, podrá seguir compartiendo las mismas cosas. Que hay cierre de comercios y un problema de relevo generacional, sí. Pero no es solo un tema de que los locales sean más caros o baratos. Es un problema global que hay que afrontar desde muchos ángulos. ¿Cómo lo afrontamos en el Ayuntamiento? Ayudando a los comerciantes en todo lo que podemos con las herramientas que tenemos a nuestro alcance.

P.– Los pequeños negocios buscan cada vez instalarse cerca de las zonas de ocio. ¿Hostelería y comercio forman un buen ticket para impulsar las compras?

R.– Sí, sí, sin duda. Le pongo un ejemplo significativo: a la calle San Francisco le hace falta un local de hostelería. Si lo tuviera, dinamizaría mucho su actividad comercial. Por muchas actividades que hagamos y apoyo que les podamos prestar, al final nuestra cultura es de salir y estar en la calle. Y para eso, no hay nada como una cafetería para ver el escaparate y comprar. Me parece un tándem maravilloso.

P.– Las franquicias, los centros comerciales, las grande plataformas de comercio electrónico, la falta de aparcamiento… ¿Cuál es el mayor enemigo del comercio de proximidad?

R.– La mayor amenaza es pensar que haciendo lo que has hecho toda la vida puedes seguir ganando dinero. Vuelvo a lo de antes. El comercio local tiene que actualizarse a los hábitos actuales. Si hoy en día se compra online, pues tendré que intentar vender online; si se hacen ofertas, campañas descuentos y promociones, pues tendré que hacerlas yo también; si veo que hay un centro comercial fuerte, a lo mejor tengo que crear una asociación de comerciantes fuerte para generar campañas. Lo que no podemos hacer es pensar que, haciendo lo mismo que veníamos haciendo, vamos a tener los mismos resultados.

P.– ¿Cree que el comercio local es demasiado estacional y que depende en demasía del turismo?

R.– Vamos a ver. No creo que dependa del turismo, pero sí es verdad que la época estival es muy importante para la ciudad. Y no solo para el comercio, diría que en general. Por eso, Santander dentro de su plan estratégico tiene una línea para tratar de desestacionalizar el turismo a través, por ejemplo, de la cultura, el turismo de congresos…

P.– Más de ocho de cada diez pequeños comercios consideran que la reducción de la presión fiscal sería beneficiosa para mejorar su situación a medio plazo, según el Observatorio de Competitividad Empresarial publicado por la Cámara de Comercio de España. ¿El Ayuntamiento plantea algo en este sentido?

R.– La política de Santander es la de no subir impuestos, un criterio por el que llevando apostando al menos desde los últimos ocho años. Porque creemos que donde mejor está el dinero es en los bolsillos de los ciudadanos. Precisamente para que luego lo pueda reinvertir en el comercio local y generar una economía circular en el entorno.

 

 

P.– Los mercados municipales gozan de especial predicamento entre clientes que demandan el sabor de lo auténtico y valoran el trato directo y más personal. ¿Sopla vientos de cara para estos espacios comerciales que cada vez se configuran más como atractivos turísticos?

R.– El mercado de la Esperanza es el segundo edificio más visitado de la ciudad, después del Palacio de la Magdalena. Los mercados son espacios de vida. Si antes mencionaba la expresión de ‘bajar al centro’, no hay que olvidar que también se utiliza la de ‘bajar a la Plaza’. Puedes comprar en una gran superficie o un supermercado, pero difícilmente encontraras el trato y el consejo que te puede ofrece tu carnicero de toda la vida. Creo que el mercado es la vida. Y aquí tenemos la suerte de tener cuatro grandes mercados, dos de ellos, como son Puertochico y México en proceso de remodelación y que abrirán con nuevos usos y superficies comerciales.

P.– ¿Cómo se imagina que será o le gustaría que fuera el comercio local dentro de tres años, al final de esta legislatura?

R.– Fíjese. Es muy sencillo. Me gustaría que el comercio sintiera que le hemos escuchado y que hemos puesto en marcha parte de las ideas que nos han trasladado porque son beneficiosas para todos. Y poner, como ya he dicho, actualizar y poner al día los cuatro mercados.